2015년 3월 29일 일요일

El Hombre de los Cielos Y el Hombre de la Tierra

El Hombre de los Cielos Y el Hombre de la Tierra

Texto Principal: Fil 3:20-21 (Jn 15: 18-27)



¿Cómo es el hombre de los cielos diferente al hombre del mundo (tierra)?  El hombre d los cielos nació del cielo a través de la semilla de Dios.  Su imagen es como Dios y en Su Semejanza (Gn 1:26).  Es como la imagen transformada de Jesús en el Monte de la Transfiguración (hágase referencia a Mt 17).  En la otra mano, el hombre del mundo nació del mundo, la tierra.  Su imagen es la imagen de la tierra, la semejanza de la carne.

Aquel nacido de los cielos habla y escuchas las palabras de los cielos, mientras que aquel nacido del mundo habla y escuchas las palabras del mundo.  Ésta es la diferencie entre aquel nacido del cielo y aquel nacido del mundo, la tierra.  Jesús, el hijo de Dios, se refería a sí mismo como el camino, la verdad y la vida (Jn 14:6).  Él también declaró que nadie podría ir al padre a menos que no fuese por su camino, verdad, y vida.  Según 1Juan 1, la palabra en el principio es Jesús.  Dice en Juan 1:1-4, el camino, la verdad, y la vida es la palabra de Dios.  Jesús está con Dios (Ap 3:21), y es sólo a través de Jesús, quien es el camino, la verdad, y la vida, que la gente puedo ir al Padre.  Jesús mismo se convirtió en el camino y el puente que permite a la gente ir hacia Dios.  Sin Jesús, no existe camino, no hay verdad, no hay vida, y no hay puente.

Pablo dijo en el capítulo 8 de Romanos, “Si alguien no tiene el espíritu de Cristo, el no pertenece a Cristo.”  Además de ésta palabra, en Apocalipsis 3:20 dice “Mira que estoy a la puerta y llamo.  Si alguno oye mi voy y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo.”  Estas escrituras muestran a aquel con quién el espíritu de Cristo está.  Si Cristo está con alguien, esa persona también sabrá el camino y la verdad como Cristo.  Él se convierte en alguien guiado por el Señor, y se convierte en la palabra como Jesús.  Las afirmaciones superficiales de la gente son parte de la voluntad the Cristo.  Estas personas son nada más que un forastero.

La diferencia entre los cielos y la tierra es enorme, y también la es la diferencia entre los hijos de Dios y las hijas de la tierra.  Sus origines son diferentes: la semilla de los cielos y la semilla de la tierra, del mundo.  Si alguien nacido de la semilla de los cielos apostata, se convierte en parte de la tierra, y se une con las hijas de la tierra, luego se convierte igual que la tierra, eso es, meramente carne, como Adán.  Los origines del hombre de los cielos y del hombre de la tierra difieren por su semilla.  El que nació de la tierra ama el mundo; escucha las palabras del mundo y sigue al mundo.  El que nació de los cielos, por otra parte, ama los cielos, el cual es el reino de los cielos; escucha las palabras de los cielos y sigue a los cielos.

Jesús dijo en Mateo 23, “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero no quisiste! Pues bien, la casa de ustedes va a quedar abandonada.” Una gallina recibe la semilla del gallo, pone huevos y los reúne.  Ella incuba esos huevos por 21 días y luego rompen el cascarón y los protege.  Ella también se asegura que sus pollos la sigan a través de su voz, y los protege.  Ella busca alimento para sus pollos y sabe y reconoce cada voz de los polluelos. Ella los cría.  Los pollos también reconocen  la voz de su madre gallina y la siguen.  Si la madre gallina esta fuera de vista, ellos la buscan.  La mamá gallina, quien conoce las voces de sus polluelos, rápidamente corre hacia ellos, al oir su llamado.  Los pollos conocen a su mamá, la buscan, y solamente la siguen a ella.  La mamá gallina protege a sus polluelos, los alimenta y los cría.  En una noche fría, la mamá gallina junta a sus polluelos bajo su ala para protegerlos.  Los pollos van bajo  las alas de su mamá o a veces suben encima de ella.  Jesús, como la mamá gallina que perdió a sus polluelos, ha estado tratando de juntarnos en muchas ocasiones, pero gente es mucho peor que los pollos, así que Jesús no está dispuesto a aceptarlos.  ¿La gente sabrá que ellos actualmente son peores que pollos?

Dios habló con un corazón adolorido en el capítulo 1 de Isaías cuando Él dijo: “¡Oigan, cielos! ¡Escucha, tierra! Yo crié hijos hasta hacerlos hombres,
    pero ellos se rebelaron contra mí. El buey conoce a su dueño y el asno el pesebre de su amo; ¡pero Israel no conoce, mi pueblo no entiende!”
 Él continuó diciendo, “¡Ay, nación pecadora, pueblo cargado de culpa, generación de malhechores, hijos corruptos! ¡Han abandonado al Señor! ¡Han despreciado al Santo de Israel! ¡Se han vuelto atrás!”
Dios también hizo que Jeremías escribiera la misma historia en el libro de Lamentaciones.  La gente pecaba como Adán había pecado.  Si la gente es capturada por el espíritu del mal, su espíritu y mente cambia.
Según lo que está escrito en Apocalipsis 13, 17, 18, los eventos de la segunda venida del Señor (hoy en día) muestran la apostasía en contra del Señor de los Israelitas Espirituales y cómo siguieron a los pastores de los gentiles.  De hecho, fueron todas las naciones las que cometieron dichas acciones.  Todas las naciones cayeron al comer el fruto del reino de los demonios, en otras palabras, al tomar el vino del adulterio.  Todas las naciones se casaron con el demonio.  Esto muestra que ellos se volvieron uno con el diablo en vez de volverse uno con Dios.  A la misma vez,  el mensajero que habla en su nombre, el fue mandado por el Señor, viene al lugar donde la gente esta captiva.  Él rescata a la gente y los llama de este lugar, cosechándolos como un ladrón.  Esto es el trabajo de la salvación, el cual lleva a la gente de la muerte a la vida en la segunda venida.  ¿No están todos los pastores de las naciones hoy en día, persiguiendo al mensajero que habla en su nombre, yendo contra él con todo medio posible a su disponibilidad, como en los tiempos de la primera venida?  A pesar de su trabajo de persecución, una persona vence, y el Señor, que es el camino, la verdad, y la vida, está con aquel que vence.  Porque el Señor está con él, aquel que vence es capaz de cumplir con el Nuevo Testamento y establecer las 12 tribus, el nuevo reino de Dios, y también es capaz de juzgar Babilonio, el reino del demonio.

Hasta este punto, las acciones de la apostesía que ocurrió en el Antiguo y Nuevo Testamentos, y en los tiempos de la primera y segunda venida, fueron examinadas.

¿Cómo pueden aquellos que se volvieron uno con el diablo reconocer a Dios y al enviado por Dios?  Sólo los que reciben la revelación (la palabra revelada) podrán ser capaces de reconocerlos.  Dios dice en el capítulo 10 de Juan, “las ovejas lo siguen (el pastor) porque reconocen su voz. 5 Pero a un desconocido jamás lo siguen; más bien, huyen de él porque no reconocen voces extrañas.” Dependiendo de qué persona uno nace, están destinados a seguir a los dueños que les dieron vida.  El que conoce la voz de Jesús abrirá su corazón y lo aceptará.  Pero aquellos que no conocen su voz, aquellos que pertenecen a un desconocido, no seguirán la voz de Jesús.  Hoy aquel que nace de la semilla de Dios escuchará y seguirá la voz de Jesús, la voz del espíritu santo de la verdad.  La palabra del Nuevo Testamento, la Biblia, es la voz de Jesús.

Las palabras de hombres salen de denominaciones que fueron fundadas y nombradas por hombres.  El templo de los cielos, el Templo del Tabernáculo del Testimonio, por otra parte, fue creado y nombrado por el mismo cielo.  Dios vive en este templo, y Su palabra de vida sale de acá.  Lo que es creado de acuerdo a la palabra en la Biblia (la promesa) es un objeto del cielo, como el tabernáculo creado en los tiempos de Moisés.  Todas las cosas, excepto por el tabernáculo mencionado previamente, los pastores del mundo crearon y nombraron a su voluntad son nada más que cosas del mundo.

¿Dónde puede encontrarse el reino de Dios y cuáles de esta gente son la gente de Dios?

Obtengamos salvación creyendo en el Dios de la verdad, y convirtámonos en ciudadanos de los cielos.

Amén.

Referencia: http://cafe.daum.net/scjschool/E3qZ/547

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