Las Parábolas de los Secretos del Cielo
Texto principal:Mt 13 ( Sal 78:1-4, Mc 4:10-13, Jn 16:25)
Cuando se habla de secretos antiguos, es decir, de esos secretos del Cielo que se han escondido desde la fundación, ¿a qué se refiere al hablar de la parábola de las dos clases de semillas y la siega?
Dios prometió hablar en proverbios sobre cosas escondidas desde tiempos antiguos y sobre aquellas cosas que serían contadas a la generación venidera (Sal 78:2). 1.000 años después, Dios vino a Jesús y cumplió lo prometido en Salmos. Con el uso de parábolas declaró sobre cosas escondidas desde la fundación del mundo (Mt 13: 34-35).
Jesús, quien habló en parábolas, dijo que éstas eran el secreto del Cielo. Este secreto del Cielo fue escondido desde la creación del mundo hasta hoy en día. Jesús también especificó que hay aquellos que deben conocer los secretos del cielo, pero otros que no deben conocerlos (Mt 13:10-15). Los que deben conocerlos pertenecen a Dios y los que no deben pertenecen al Diablo. Jesús también dijo que los que no entiendan las parábolas serán forasteros y no podrán obtener el perdon de los pecados (Mc 4:11-12). La diferencia entre aquellos que entienden las parábolas de los secretos del cielo y aquellos que no las entienden, es tal como la diferencia entre Dios y el Diablo, la diferencia entre recibir el perdón de los pecados y no recibirlo. Y por último es la diferencia entre ser persona o animal.
Si esto es verdad, ¿no creen que deberíamos conocer las parábolas de los secretos del cielo? En el Nuevo Testamento, los secretos del cielo fueron escritos en parábolas. Hay que preguntarnos cuánto conocemos de las parábolas. Si de verdad creemos en Jesús y en sus palabras, entonces debemos juzgar si estamos fuera o si pertenecemos a Dios, si recibiremos el perdón de los pecados o no.
Sin siquiera conocer sobre las parábolas y sobre el resultado de conocerlas, alguien que piensa que es santo, ¿acaso tiene el derecho de decir a otros, “estate en tu lugar, no te acerques a mí, porque soy más santo que tú (Is 65:5),” o de llamarlos herejes?
¿Acaso no es esta persona como el ladrón que ataca al amo con un garrote (賊反荷杖)?
Tal como está escrito en Mateo capítulo 13, Jesús habló sobre la parábola de las dos clases de semillas y la siega. Todo lo que Dios profetizó a través del profeta Jeremías (Jer 31:22, 27, 31), lo cumplió en la Primera Venida a través de Jesús. En su propia tierra (La Iglesia de Jesús), Jesús sembró buena semilla (la palabra de Dios, Lc 8:11) y el diablo sembró cizaña (las palabras del diablo, mentiras). Jesús también prometió sobre las cosas que ocurrirían en la era de la siega (Mt 13:24-30). La era de la siega es el fin de siglo (el final del mundo cristiano) y todos los fieles que son trigos de la tierra de Jesús son segados y llevados al granero de Dios, al monte Sión (Ap 14:1-5); son sellados con la palabra abierta y crean las doce tribus del nuevo reino de Dios (Ap 7, 14).
Jesús, quien habló de los secretos del cielo en parábolas y lenguaje figurativo (alegorías), se fue. Sin embargo, las palabras que dijo antes de irse están escritas en Juan capítulos 14, 15 y 16. Jesús dijo que “en su tiempo, cuando el espíritu de la verdad, el Consolador venga, entonces vendrá la hora cuando ya nos les hablaré por alegorías, sino que claramente les anunciaré acerca de las cosas del Padre (secretos del cielo).” Han pasado dos mil años desde que estas palabras fueron pronunciadas.
Hoy en día, en Shincheonji, la Iglesia de Jesús, se encuentra el pastor prometido que está junto con el espíritu Consolador. De acuerdo a la promesa, este pastor no habla en alegorías sino que enseña el significado verdadero de las parábolas y revela la realización (ente) de las promesas. En la primera venida, Jesús habló (profezó) de los secretos del cielo en parábolas y hoy en día el testimonia de Shincheonji es sobre la realización de esas profecías y la actual entidad de los secretos del cielo.
Lo que nosotros debemos escuchar, ver y creer son las parábolas y el cumplimiento. De los dos, el cumplimiento (realidad) es más importante. Porque hemos creído en la profecía (las parábolas) podemos creer en la realidad que aparece al cumplirse todo. Aunque podemos hablar de las profecías en parábolas, el cumplimiento no. Por ejemplo, al venir un pastor, no podemos decir que vino un perro (referencia: en la Biblia a los pastores se les refería figurativamente como perros).
Ahora pensemos en el problema de esta era, del problema de hoy en día. De acuerdo a la promesa de Jesús, Shincheonji ha explicado las parábolas y ha revelado el cumplimiento de manera clara. De la misma manera que Shincheonji ha recibido la palabra sin costo, nosotros damos el agua de vida (la palabra de vida) sin costo alguno. Con relación a lo antedicho, las iglesias ya establecidas nos persiguen y nos llaman herejes porque enseñamos la Biblia sin costo y nos critican porque explicamos las parábolas y enseñamos el cumplimiento de las profecías. ¿Cuál es la persona que actua de acuerdo a la palabra de Jesús? De los dos grupos, ¿cuál es el que cree en la palabra de Jesús y cuál no? ¿Cuál pertenece a Dios y cuál al diablo?
Además
① ¿Es más importante la profecía que dice que se hablará en parábolas (Sal 78:1-4)?
② ¿Es más importante hablar en parábolas (Mt 13:34-35)?
③ ¿Es más importante explicar las parábolas y mostrar el cumplimiento (Jn 16:25)?
¿No es el objetivo de la fe ver el cumplimiento de los hechos al que se refiere la pregunta ③ y creer en lo realizado?
Debemos creer las tres cosas, pero el cumplimiento es el más importante. En esta hora, no seamos una de esas personas que pretender ser creyentes sólo por fuera. No creamos en nuestros pastores ni en nuestras órdenes religiosas. Más que nada, primero debemos buscar el reino de Dios y Su Justicia y hay que creer en Dios y en Su palabra. Debemos hacer Su voluntad y renacer como pueblo del cielo.
Ahora vamos a concluir este tema de discusión sobre la realidad de la parábola de las dos clases de semilla y sobre los secretos del cielo.
Las dos clases de semilla son semillas espirituales, la semilla de Dios y la semilla del diablo. La semilla de Dios es la palabra de Dios y la semilla del diablo es la palabra del diablo. Los que nacen de la semilla de Dios son los hijos de Dios y los que nacen de la semilla del diablo son los hijos del Diablo (Mt 13:38). Aunque estas dos entes crecieron juntas en un mismo campo (la iglesia), en la hora de la siega se dividen entre hijos de Dios e hijos del diablo, entre cielo e infierno. Esto es el secreto del cielo que se realizará.
De las parábolas de los secretos del cielo están incluídas los tres secretos del libro de Apocalipsis. Las entidades de estos secretos son el secreto de las siete estrellas y los siete candeleros de oro; el secreto de la bestia de siete cabezas y diez cuernos; y el secreto de la séptima e última trompeta. Estos representan los secretos de la apostasía, la perdición (destrucción) y la salvación. El propósito de estos secretos (estas parábolas) es el de crear el reino prometido, las doce tribus que están escritas en el libro de la vida segando y sellando a sus integrantes.
Hoy es la hora de la siega y de la Segunda Venida de Jesús. Hoy nosotros oramos por que los fieles entiendan las parábolas de los secretos del cielo, en especial los tres secretos del Apocalipsis. Oramos porque sean segados al lugar de la salvación, al monte Sión, que se vuelvan parte del pueblo del cielo y que obtengan la salvación. ¡Amén!
Referencia: http://cafe.daum.net/scjschool/E3qZ/378
댓글 없음:
댓글 쓰기