2015년 3월 30일 월요일

El Pastor quien Jesús prometió en el Nuevo Testamento

El Pastor quien Jesús prometió en el Nuevo Testamento



Texto Principal: Ap 2-3; Mt 24: 45-47

¿Quién es el pastor prometido por el Señor en la segunda venida?
¿Qué clase de promesas hizo el Señor?

Jesús prometió en Mateo 24, que cuando volviese, el pondría al que da a los santos su comida en el tiempo apropiado, dejaría a cargo todas sus posesiones.  En Apocalipsis 2 y 3, Jesús prometió que el daría al que vence y derrota a la serpiente, los Nicolaítas, el fruto de la vida, el maná, la piedrecilla blanca para juzgar, y el (iron scepter) para reinar sobre todas las naciones.  Él también prometió, Dios, los cielos, y Jesús vendrían a aquel que vence.  Así cómo Jesús se sentó con Dios en su trono, Jesús ha prometido a aquel al que vence sentarse con Él en Su trono.  En el capítulo 10 del Apocalipsis, el que abre el pergamino (rollo) del Apocalipsis desde los cielos se le es dado para comer, y se le ordenó proclamar las palabras del pergamino  abierto otra vez a naciones, gente, lenguas, y reyes.  Éste es lo mismo que la promesa en Mateo 24.

Aquel que vence en Apocalipsis 2 y 3, el que come el pergamino y lo proclama otra vez a la gente en Apocalipsis 10, es sinónimo de aquel que da el alimento en el momento preciso en Mateo 24.  Él es el pastor prometido.

¿Cuándo aparece este pastor prometido?
El tabernáculo de los siete mensajeros, el tabernacúlo de los candelabros que prepararon el camino, tienen que aparecer primero.  Luego, la serpiente (Satanás), los nicolaítas, tienen que invadir éste tabernáculo.  Los nicolaítas tentaron a la gente escogida, los santos del tabernáculo quienes prepararon el camino, a aceptar las enseñanzas del ídolos y a comer el alimento sacrificado a ídolos, engañándolos a cometer adulterio con los espíritus de Satanás.  Los nicolaítas son los pastores del dragón, Satanás.  Los pastores del dragón pueden entrar al tabernáculo de los cielos y llevar a cabo las acciones de Satanás, porque el dragón le otorgó su trono y autoridad a los pastores a quienes él escogió (Ap 13).  Después del grupo de Satanás, los nicolaítas, invaden el tabernáculo de la gente escogida, y durante el tiempo en el que los escogidos son tomados prisioneros por ellos, aquel que vence (el pastor prometido), el quien lucha y triunfa  contra éstos nicolaítas, lleva a cabo el labor de la salvación.  La localización de este evento es el tabernáculo (el tabernáculo de los cielos).  Es sólo en una localidad de todo el mundo y está en el fin de la tierra, como dice la palabra de la profecía.  Todo esto ocurre en el fin de los tiempos.

Jesús recibió el trono y la autoridad de Dios en la primera venida, y lucho y venció contra Satanás (Jn 16:33).  Hoy, Jesús prometió dar lo que recibió de Dios a aquel que vence.  Jesús dijo, aquel que vence se sentaría con Él en el trono y las bendiciones escritas en Apocalipsis 2 y 3 serían dadas a él también.

Satanás ha estado controlando el mundo con su poder eclesiástico por los últimos 6,000 años (hágase referencia a Mt 4:8-9; Lc 4:5-6; Ef 2:2).  Si es así, no fue un trabajo fácil vencer a dicha entidad.  Hoy, sin embargo, es diferente.  Como Jesús venció, el puede tomar control sobre el diablo, el gobernador del reino del aire, tomar y encerrarlo (hágase reverencia a Ap 20: 1-3).  Mientras el diablo sea capturado y encerrado, no hay nadie para ayudar a los pastores del diablo sobre la tierra.  De esta manera, los pastores del diablo se vuelven no muy diferentes a la muerte, sus labios son sellados, y no tienen poder.  Esta es la razón por la cual los pastores del diablo serán vencidos.

Mientras que el diablo ya ha sido agarrado y aprisionado, sus pastores ya no son un problema.  El reino de Dios y la salvación no pueden existir, y las bendiciones de Apocalipsis 2 y 3 no pueden ser dadas, a menos que uno pelee y venza contra el demonio y sus pastores (hágase referencia a Ap 12:7-11).  En corto, no existe salvación si aquel que vence (el pastor prometido), quien recibe las bendiciones prometidas en Apocalipsis 2 y 3, no existe.  Pastores insensatos ni siquiera están conscientes de ello.  Ellos podrán no saber, porque su propósito no es llevar una vida de fe e ir al cielo, pero están simplemente conduciendo un ministro como medio de ocupación para alimentar su cuerpo.

No importa lo que la gente asegura, Dios cumplirá la promesa del libro del Apocalipsis en el Nuevo Testamento.  Para ver si el Apocalipsis se cumple o no se cumple, uno deberá primeramente ver dentro del Apocalipsis.

Jesús prometió en el Nuevo Testamento lo que aún está por cumplirse.  Él dijo, “ Les he dicho antes que suceda, para que cuando suceda, crean” (Jn 14:29). Si cualquiera oye las noticias sobre el cumplimiento del Nuevo Testamento, debe esforzarse para ir y verificar el testimoni a través de la Biblia. Esa persona es un verdadero creyente.

Si alguien oye las noticias sobre el trabajo de la cosecha llevándose a cabo como un ladrón en la noche, uno tiene que ver la Biblia primero, en vez de meramente acosar la obra.  Si la palabra dice que la cosecha toma lugar como un ladrón en la noche, uno tiene que correr y esperar ser cosechado.  Dicha persona es uno de los que cree en la Biblia y en Jesús.  ¿Cómo puede uno, quien ni siquiera aprendió los contenidos de la Biblia en un seminario, posiblemente saber lo que la Biblia dice?  Si uno asegura ser un creyente, no tendría que por lo menos leer la Biblia unas veces y tratar de percatarse del significad?  Los pecados serán graves de aquel que dirige su ministro simplemente como un medio laboral y luego de alimentarse a sí mismos correr al infierno.  Dicha persona tiene que considerar la situación de la congregación que cree y confía en (hacer referencia a Mt 15:14; Mt 23:13).

Ahora sabe, que el reino de Dios y la salvación no existen, a menos que el pastor prometido exista.  Conocer a aquel que vence, es en sí mismo, salvación y cielo.  Yo oro para que todos crean en esto y obtengan salvación.

Referencia: http://cafe.daum.net/scjschool/E3qZ/539

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