El que persigue y el que es perseguido

El que persigue y el que es perseguido


Referencia Principal: Mt 5:11-12 (Hch 7:51-53, Mt 23:30-36, Jn 16:1-4, Lc 20:9-15)

¿Que clase de personas son los que persiguen y que clase de personas son los que son perseguidos? Los que persiguen son los pastores que pertenecen al diablo y los que son perseguidos son los que pertenecen a Dios.

La historia del Antiguo y Nuevo Testamento nos muestran esto claramente. En cada era, cuando Dios y sus pastores obraban, los pastores de Satanas los insultaban, perseguian y asesinaban. Los que persiguen no son infieles o gentiles, sino que son los pastores del pueblo escogido que dicen creer correctamente en Dios y se refieren a si mismos como ortodoxos y legitimos.

En los tiempos de la primera venida de Jesus, Dios y Jesus vinieron a Israel, en otras palabras al templo de Juda y Jerusalen. Este templo se auto referia como legitimo y fueron los pastores del pueblo escogido de Jerusalen que senalaron a Jesus como una secta, como el diablo y lo asesinaron. ¿cual espiritu han recibido estos perseguidores?

El aspecto exterior fue el de una persona, un pastor, pero en el interior el espiritu de Satanas estaba junto a ellos. Los miembros de su congregacion comieron de las ensenanzas de Satanas por medio de estos pastores. Esta es la realidad. Sin embargo, estos pastores y su congregacion, ¿habran sabido sobre este hecho? Por ello Jesus les dijo a ellos: “!Serpientes, generacion de viboras! ¿Como escapareis de la condenacion del infierno?” (Mt 23:33).

¿Cual es la causa de esto? Cuando el Senor Dios dejo esta tierra, Satanas reino y como resultado los pastores que creen y ensenan sobre Dios fueron gobernados por Satanas. Jesus dio a conocer este hecho y a causa de ello los pastores de Satanas asesinaron a Jesus.

Si nos concentramos en el problema a mano, las personas han llevado una vida de fe basada solo en palabras, diciendo que creen en Dios. Los creyentes deberian haber creido en Dios y en Su palabra y haber alcanzado entendimiento. Sin embargo, dentro de ellos no existian la palabra de promesa y por ello no pudieron conocer a Dios ni a Satanas. Dios y Jesus son Verbo (Jn 1:1), y Jesus vino como el verbo hecho carne. Los que conocen esta palabra son los que tienen oidos para escuchar.

Jesus, quien cumplio el antiguo pacto (Antiguo Testamento) prometio a traves de profecias el nuevo pacto. Lo que prometio es el Nuevo Testamento y el Apocalipsis. En el tiempo cuando se realice el Apocalipsis, ¿si no conocemos el significado de las palabras del Apocalipsis (profecia) como podremos creer en su cumplimiento? Como esta escrito, se trato de que no se anada o quite al libro de Apocalipsis (Ap 22:18-19). Sin embargo, hasta hoy en dia, no existe ningun pastor o persona que conoce el Apocalipsis (excluyendo al Vencedor de Shincheonji y su congregacion). Esto significa que no existio ninguna persona que recibio la salvacion. Y aun asi los creyentes llenos de arrogancia se creen legitimos y salvos, clamando estar “llenos del espiritu santo.” Todo esto es una falsedad, y por ello se han vueltos mentirosos.

Al ser enganados, Satanas entra dentro de las personas del pueblo escogido que se llena de codicia y crimenes. Aunque seamos creyentes, cuando la fe y las acciones se corrompen, nos volvemos la posesion de Satanas, su casa, tal como paso con Eva, Balaam y Cain. Si nos conducimos por la codicia y el poder y actuamos subjetivamente de acuerdo a nuestro propio deseo nos volvemos como Satanas. Nos volvemos tal como esta escrito en la segunda epistola de Pedro y en Judas, donde dice que apostatan y causan divisiones, se vuelven para atras y hacen maldades. Y por ello siempre debemos de tener humildad y solo percibir la palabra y esforzarnos en la fe.

Dios odia a las personas codiciosas que desean elevarse. La razon es porque Satanas actuo asi al apostatar y volverse un opositor. Quienquiera que se aleja de Dios se vuelve opositor y enemigo y se vuelve perseguidor. Al ver sus acciones y escuchar sus palabras podemos saber si se ha corrompido y podemos saber si son palabras hostiles o si son palabras utiles que ayudan.

Existen personas que se dedican a la persecucion y hay aquellos que son perseguidos. ¿Cual es la razon de ello? Sin duda, la razon es porque el espiritu que esta dentro es diferente, pero tambien porque el pensamiento, entendimiento es distinto y porque la palabra, las acciones y el proposito es distinto.

Dios quiere recuperar lo perdido y por su parte la estrategia de Satanas es de no devolver el mundo que el despojo a traves de enganos, para continuar gobernando y poseyendo ese mundo. Dios tiene el poder de la vida, pero el diablo tiene el poder de la muerte. Desde el principio las personas han sido el centro de esta disputa mutua.

A traves de los profetas Dios vino y cumplio de acuerdo a lo prometido despues de primero profetizar y transmitir las promesas. Esto se hizo para que las personas vean, entiendan y crean. Sin embargo, a causa del fruto del conocimiento del bien y del mal las personas que se corrompieron tienen mas de la naturaleza de Satanas que de Dios, no creen con fervor en la palabra de Dios ya que entraba por un oido y salia por el otro. Esta es la razon por la que no creen, aun cuando se realiza la promesa.

Aunque esta escrito que hoy en dia, si anadimos o quitamos al Apocalipsis, no se podra ir al cielo y se recibira maldiciones (plagas) ¿cuanto se han esforzado las personas para conocer el Apocalipsis?

Esta escrito que los que padecen persecucion son bienaventurados (Mt 5:10-12).¿Como puede recibir persecucion ser una bendicion? La razon que uno es perseguido es porque transmite a Dios y Su obra y porque creen en Dios y en Su obra. Se puede decir que padecer persecucion es una bendicion porque los que son perseguidos reciben el reino de los cielos y la vida eterna. Los que conocen este hecho son los perseguidos y como los que persiguen no conocen este hecho hacen la obra de persecucion. En cada era, la persona que recibio mas persecucion ha sido el pastor prometido. Dios y Jesus conocen este hecho.

Hoy en dia, con los avances tecnologicos y a traves de los anti-cafes, se hace la persecucion de manera que todo el mundo lo sepa. Los perseguidores son los pastores de Satanas y los traidores. ¿como podran ellos escapar de la condenacion del infierno?

Si maldecimos diciendo “tu debes morir para que yo viva,”¿como podemos llamarnos verdaderos creyentes? No debemos devolver el mal con mal, si no venciendo con el bien y orando por la persona que hace mal (Ro 12:21, 1P 3:9). En Jn 15 Jesus dijo: “como el Padre me ha amado, asi tambien amense unos a otros.” Este es el mandamiento de Dios y de Jesus. Jesus murio en vez de nosotros por amor.

Dios es amor y las personas que aman pertenecen a Dios (Jesus) y los que no aman no han nacido de Dios (1Jn 4)

Las personas que creen el el verdadero amor de Dios odian mas que nada escuchar los insultos y las maldiciones que se hacen a los projimos. Jesus dijo que amemos hasta a nuestros enemigos, que al que pida, hay que darle y al que nos obligue a llevar carga por una milla, vayamos con el dos (Mt 5:41-44).

Quien verdaderamente cree en Dios y Jesus guarda Sus mandamientos. Los que persiguen no han nacido de Dios y no tienen amor. Leamos juntos la Primera Epistola de Juan capitulo 4 versiculos 5 al 11 y volvamonos personas que aman.

(1Jn 4:5-11)
5 Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye.
6 Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espiritu de verdad y el espiritu de error.
7 Amados, amemonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
9 En esto se mostro el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envio a su Hijo unigenito al mundo, para que vivamos por el.
10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que el nos amo a nosotros, y envio a su Hijo en propiciacion por nuestros pecados.
11 Amados, si Dios nos ha amado asi, debemos tambien nosotros amarnos unos a otros.





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