Texto Principal: Mt 25 (Mt 22, Ap 19), Jer 31, Ez 39, Os 2
¿Qué clase de lámpara y aceite se usan para recibir a Jesús en la Segunda Venida?
Jesús dice en Mt 25 que sin la lámpara y el aceite, no podemos recibir al Esposo que es Jesús y nos echarían del Banquete. ¿Entonces la lámpara y el aceite al que se refiere Jesús son literalmente una lámpara y aceite o lo dijo en proverbios? Jesús dijo que “hablaría de las cosas escondidas (desde tiempos antiguos) a generación venidera (Sal 78:2).” Y como estaba escrito, “si no era en parábolas no les hablaba (Mt 13:34-35).” Y tal como estaba dicho, Jesús habló en parábolas (proverbios).
Entonces, esta parábola de la lámpara y el aceite, ¿que significará? La parábola de la que se habla hace referencia a los banquetes de bodas del Antiguo Israel. Tradicionalmente, en el Antiguo Israel el banquete de bodas se sostenía de noche. Los amigos de la Esposa esperaban con lámparas la llegada del Esposo. Una vez que llegaba, los amigos guiaban al Esposo a la casa de la Esposa y al cuarto de ella. Esta tradición se usa, dándole un significativo figurativo.
Dios dijo en Jer capítulo 31 “tomé de la mano de Israel y Judá para sacarlos de la tierra de Egipto, pero ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos.” También dice en Os 2:19-20 “te desposaré conmigo para siempre.” De la misma manera, hoy en día, Jesús vendrá en la posición de Esposo. Nosotros también nos volvemos Esposas que salen de Egipto.
¿Por qué nos volvemos Esposo y Esposa? Jesús es cuerpo espiritual, nosotros somos cuerpo físicos, y somos casa para el espíritu. Al recibir al Señor en nuestros corazones nos volvemos uno con Él. Esto es la boda espiritual. Al hablar de esto se habla en proverbios sobre el Esposo y la Esposa. Y es como Pablo dijo, “que os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo” (2 Co 11:2)
Para participar en este banquete de bodas espiritual necesitamos preparar la lámpara y el aceite.
En el caso de Moisés y Aarón, Aarón usó el aceite de oliva para alumbrar las siete lámparas del candelero del tabernáculo (Lv 24). En Zacarías capítulo 4, aparecen los dos olivos y las siete lámparas del candelabro. Las siete lámparas son los siete espíritus que se encuentran delante del trono de Dios (Ap 4). Los dos olivos a los dos lados del candelabro son los (pastores) ungidos que están delante del Señor (Zac 4:14). En Apocalipsis capítulo 11 se dice que los dos olivos que están delante del Señor son los dos testigos, y “aceite” espiritual sale de la boca de estos dos testigos, por lo tanto de ellos sale la palabra de testimonio. Ellos son los que vieron y escucharon cómo se realiza la profecía del Apocalipsis y luego testifican, obedeciendo las órdenes que se les son dadas. Ese testimonio es el aceite del espíritu de Dios.
¿Qué es la lámpara? De la misma manera que está escrito que Jesús es luz (Jn 12:46) y que Jesús es Verbo (1 Jn 1:1), la lámpara espiritual es la palabra de la Promesa de Jesús, en otras palabras, la Biblia.
También podemos decir que los testigos, los dos olivos, conocen las parábolas y proverbios dentro de la Biblia (profecía) y también la palabra de cumplimiento. Entonces la palabra del espíritu que testifica sobre la realidad del cumplimiento (de la profecía) es el aceite que alumbra a la Biblia.
En la palabra de referencia (Mt 25), el que vende el aceite es el testigo, el olivo, y hay que recibir la palabra abierte de este olivo que es el testigo. Sólo aquellos que reciban y obtengan el entendimiento podrán recibir al Señor.
En la Primera Venida, aunque los Judíos poseían el libro del Antiguo Testamento (profecía), no pudieron recibir al Esposo que era Dios. La razón es que no entendieron las profecías escritas. Hoy en día, si no conocemos la vía por la que vendrá el Señor y no conocen al Pastor Prometido, no conocen a Dios, a la santa ciudad, que descenderá del Cielo, la Nueva Jerusalém, y tampoco conocerán a Jesus. Por lo tanto perseguirán a los que sí los conocen. La culpa cae en los pastores de cada denominación. Y la razón es que ellos no enseñan correctamente la palabra. Existe la promesa en la Biblia que nos enseña a qué clase de persona descenderá Dios, Su Reino y Jesús; y también después de qué suceso ocurrirá algo así (Ap 3:12).
La palabra del Nuevo Testamento es el camino, la lámpara, y la luz de la Segunda Venida de Cristo. El aceite del Espíritu es la palabra abierta, y esta palabra abierta es la evidencia que muestrá cómo el Apocalipsis se cumplió. Lo que hay dentro del cumplimiento (realidad, imagen misma) es el nuevo estado del renacimiento que ocurre en cada uno de nosotros y no en otras personas. Este nuevo estado muestra también cómo el Nuevo Pacto se cumple en cada uno de nosotros.
Los requisitos necesarios para recibir al Señor en el banquete de bodas son: preparar la lámpara y el aceite, actuar de acuerdo a lo que está escrito en la profecía y la palabra de cumplimiento. Esto significa “ser cosechado,” “ser sellado,” “pertenecer a las 12 tribus,” “no añadir or quitar al libro de Apocalisis” y “ser inscrito en el libro de la Vida.” Son cinco requisitos que también representan lo que los creyentes deben hacer para cumplir con el Nuevo Pacto.
Para ser reino (cielo) y sacerdote de Dios y reinar por toda la eternidad, nos enseña que primeramente estos cinco requisitos deben realizarse en cada uno de nosotros. Estos son los requisitos en la boda para recibir al Señor. Y esto es lo que significa preparar la lámpara y el aceite. Sin aceite se apaga la lámpara, y si conocer la profecía y la palabra de cumplimiento nuestros corazones se oscurecen, y provoca la debilidad de la fe. ¿Cómo puede uno recibir al Señor si está en la misma posición que los infieles? De la misma manera que el sol, la luna y las estrellas se oscurecen y caen a la tierra, uno cambia de lo espiritual a lo terrenal, y sin saberlo uno se vuelve como la noche misma.
En el capítulo 5 de la primera de Tesalonicenses, Pablo les dice a los que duermen en la noche “despertaos, despertaos.” Los que no tienen luz serán destruídos, y los que se vuelven luz mañanera obtendrán la salvación.
En estos días de la Segunda Venida, los que se encuentran dentro de la persecución y la maldición son los pastores de Satán y son evidencia de la existencia de un clan de Satán. Sólo aquellos que crean y guarden las promesas de las Escrituras podrán obtener la salvación. Oro para que crean y obtengan la salvación. ¡Amén!
Referencia: http://cafe.daum.net/scjschool/E3qZ/542
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