2015년 3월 25일 수요일

La fe, la persecución, y las pruebas

La fe, la persecución, y las pruebas



Referencia principal: Apocalipsis 3:10

Ha habido persecuciones y pruebas para aquellos que creen en Dios y la Palabra. ¿Por qué vienen persecuciones y pruebas a aquellos que creen? Se debe a que Adán fallo la prueba del diablo, y como resultado, el mundo se convirtió en el mundo del diablo. Debido a que el mundo es del diablo, el que cree en Dios recibe persecución y es probado.

Dios probó a Abraham (Gn 22:1-13). Dios permitió que Satanás probara a Job (Job 1:6-12). Después de que Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu Santo, él también fue puesto a prueba por el diablo (Mt 4:1; Lc 4,1-2). Ambos, Dios y el diablo ponen a prueba a los creyentes, para ver si de verdad creemos en Dios o no. Jesús también habló sobre el momento de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero en los tiempos finales (Ap 3:10). Al igual que Jesús y los doce apóstoles, los verdaderos creyentes vencen las pruebas y las tribulaciones.

  El poder que nos permite superar las pruebas es solamente la Palabra. Sansón tenía poder, pero tampoco Sansón ni Salomón fueron capaces de superar la prueba, aunque Salomón tuvo sabiduría, autoridad, riquezas y gloria (1 Reyes 11:4-13). Sólo la palabra de Dios nos permite vencer; también a través de la Palabra Jesús venció la prueba del diablo (Mt. 4:8-11).
Mt 4:8-11 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.
Los creyentes verdaderos no sólo del pan vivirán, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (Dt 8:3; Mt. 4:4). Ellos siguen siendo los mismos en los tiempos de la prueba de Dios, y ellos adoran a Dios y a nadie más. El diablo no creó todas las cosas en el cielo, la tierra o las personas, pero Dios creó todas las cosas y las personas, el diablo era una de las criaturas de Dios. Desde la caída de Adán, a toda persona nacida del gene de Adán el cielo y el infierno son establecidos en frente de él. Ahora es una cuestión de quién irá al cielo y quién irá al infierno. Esto se determinará durante el tiempo del juicio, de acuerdo a los hechos de cada persona como está registrado en los libros de la Biblia (Apocalipsis 20:12; Jn 12:48).

Las personas dicen que creen en Dios y en Jesús. ¿Cuál es la prueba de su creencia? Creer en Dios y en Jesús significa creer en la Palabra, porque la Palabra es Dios (Jn 1:1). La Palabra, el camino de la vida, es lo que Dios dio a conocer; esto es su mandamiento. Si no hay palabra, no hay Dios. Si existe la Palabra, entonces Dios también existe. Actuar de acuerdo con el significado y el propósito de la Palabra es creer en Dios. Aquellos que actúan de acuerdo al propósito de la Palabra pueden ir al cielo (Mt 7:21-27). Si alguien dice que no puede creer en Dios y en Jesús por causa del pan [necesidades físicas] y la persecución, su propia palabra sirve como prueba de que no es un creyente. En Juan 6, los que siguieron a Jesús por el pan físico lo dejaron. Sin embargo, los que siguieron a Jesús por la palabra de vida eterna alcanzaron el punto donde incluso fueron martirizados.
 
Había un hombre rico y un hombre llamado Lázaro, ambos murieron. El hombre rico terminó en el infierno, y Lázaro fue al cielo. El que se fue al infierno rogó, diciendo: "Envía a Lázaro a la casa de mi padre. Que les testifique, para que no vengan ellos también a este lugar de tormento [infierno]." Habiendo oído esto, Dios le respondió," Ya hay gente que puede predicar (Moisés y los Profetas), Si no les hacen caso a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán, si alguno se levanta de entre los muertos."  Esto retrata la realidad del mundo actual. Si la gente no cree en la palabra de Dios cuando se les es anunciada, creerán cuando un hombre les hable? Para aquellos que verdaderamente creen, no habrá incredulidad a causa del pan o la persecución. Dios les dio a los pecadores Su propio hijo. Su hijo, Jesús, se convirtió en un rescate para los pecadores, y el dio su vida. Ellos hicieron todo lo posible para salvar a los pecadores, pidiéndole a la gente que creyeran. Pero si la gente se niega a creer, entonces tendrán una excusa, incluso si son arrojados al fuego del infierno? Si ellos no quieren escuchar y creer en las palabras de alguien (el pastor prometido), que ha venido como mensajero de Jesús, ¿serán capaces de creer si Jesús regresa? Bajo el pretexto de la religión y de Jesús, algunas personas están ansiosas de poseer dinero y autoridad. En el exterior ellos pretenden creer en Jesús, pero por dentro están llenos de maldad y veneno. Esta es la realidad actual del mundo religioso. Si uno no cree en la palabra de Dios, ¿cómo puede creer en la palabra del hombre?

Como mensajero de Jesús, (el pastor prometido) no hablé con mis propias palabras, pero sólo he dado la palabra de Jesús. Hoy los pastores, las iglesias y los miembros de la congregación están llegando a su fin, esto es lo que la profecía en el Nuevo Testamento dice. Dios no reconoce el mundo anterior, pero el único mundo que reconoce es el reino prometido, las doce tribus, en el libro de Apocalipsis. Esta es la profecía y la promesa. En el tiempo de Noé, nadie fue reconocido por Dios, solo los ocho miembros de la familia de Noé. Del mismo modo, durante la primera venida de Jesús, nadie fue reconocido por Dios, excepto las personas que pertenecieron a Jesús y los doce discípulos. Si uno tiene la palabra revelada y fe en ella, esa persona será capaz de superar la persecución y las pruebas. Para él, no son grandes problemas. Las torturas, burlas, azotes, ser encadenado y encarcelado, apedreado, partido en dos, condenado a muerte por la espada, pobres, angustiados, maltratados, perdidos por los desiertos, montañas, cuevas y agujeros en la tierra – hubieron aquellos que fueron capaces de superar todo esto a través de la fe (Hebreos 11:35-40) . Aunque la persecución y las pruebas siguen a los que creen, el Señor les ha dado la habilidad para conquistarlas. No nos arrepentimos hasta incluso sacrificar nuestros propios cuerpos. En su lugar, recibiremos algo nuevo, heredaremos el reino de los cielos, y viviremos con el Señor por la eternidad. Esta es una verdadera vida de fe.

Referencia: http://cafe.daum.net/scjschool/E3qZ/596



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