Shincheonji, El Mundo antes de Moisés, el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento
Referencia: 1 Crónicas y 2 Crónicas (Historia en la Biblia), Antiguo Testamento y Nuevo Testamento
Echemos un vistazo a la historia y su proceso en la Biblia, desde Génesis hasta el Libro de Apocalipsis en el Nuevo Testamento.
Los Cinco Libros de Moisés fueron escritos por Moisés, quien registró lo que vio y oyó. Los acontecimientos de Génesis, el mundo de Adán y el mundo Noé se produjeron antes de la época de Moisés, entonces Dios habló de estos eventos con él. Dios habló de la historia (NKJV Gn 2:4) y en ellos también hay cosas ocultas, misterios (Sal 78: 1-2).
Si nos fijamos en las palabras grabadas en Génesis capítulo 1 literalmente como la creación de la naturaleza, habrá muchas cosas que son difíciles de entender. Jesús en el momento del Nuevo Testamento también habló de los secretos del Reino de los cielos en parábolas, no en lenguaje claro (Mt 13:34-35).
La causa de la corrupción del mundo de Adán, el mundo de Noé y el mundo de Moisés, descendientes de Abraham, eran las intrigas de Satanás. La carne, ignorante de los espíritus y el engaño de Satanás, no sabían y por lo tanto, cometieron pecado. Pecado es no mantener el pacto de Dios, como Adán (Os 6:7). Pecaron, porque nacieron en la línea hereditaria de un traidor, un pecador. Jesús les dijo a los Judíos en Juan capítulo 8, “Están haciendo las cosas que hace su propio padre (el diablo)” (Jn 8:41-44). Y les dijo que nacieran de nuevo de la semilla de Dios y el espíritu (Jn 3:1-6). Hicieron acciones de Satanás a través de las características del espíritu de Satanás y sus engaños. Como resultado, uno debe ser renacido de la semilla de Dios y el espíritu.
Porque el pecado no puede ser resuelto con la ley, Dios prometió a través del Profeta Jeremías, en el momento de la era del Antiguo Testamento, que hará un nuevo trabajo y establecerá un nuevo pacto (Jer 31:27). Jesús plantó esta semilla de los secretos del Reino de los cielos y proclamó que uno debe nacer de nuevo de la semilla de Dios y el espíritu para ir al cielo. Quien recibió la semilla de Dios recibió el espíritu de Dios a través del arrepentimiento.
A diferencia del mundo de Adán, el mundo de Noé y el mundo de Moisés, Jesús no traicionó pero entró en el martirio. Esta es la diferencia entre aquellos que nacieron de la semilla pecaminosa de Adán (semilla hereditaria) y los nacidos de la semilla de Dios. Moisés oyó de los acontecimientos del mundo pasado de Dios (Ex 17:14, 24:4, 34:27), Jesús vio y oyó de Dios y dijo que él existió antes de Abraham (Jn 8:26-28, 51-58). En espíritu, estaba en Dios y vio estas cosas. Hay una diferencia entre el que estaba en Dios desde el principio y el que oyó una historia de Dios. Sin embargo, Jesús reveló las cosas escondidas antiguas en parábolas. Hasta ahora, éstos son los acontecimientos que Moisés oyó y registró de Dios, de Génesis hasta la primera venida de Jesús.
Las cosas sobre las cuales Jesús habló eran el cumplimiento del Antiguo Testamento y las profecías en el Nuevo Testamento en parábolas. El nuevo pacto (Nuevo Testamento) es profetizado en parábolas, y este es el pacto hecho con los miembros de la congregación que creen en el Nuevo Testamento.
El mundo antes de Moisés era el mundo de Adán, el mundo de Noé, quien era el 9 descendiente de Adán, el mundo de Abraham que fue el décimo descendiente de Noé y el mundo de Moisés, quien era descendiente de Abraham. Conociendo la realidad del pasado y su situación actual, ¿qué tipo de resoluciones hizo Moisés? Y ¿cómo se acercó y logró guardar el pacto de Dios (Ex 19:5-6). Debió haber sabido muy bien las acciones de las personas en el mundo pasado y reaccionó en consecuencia.
Jesús del Nuevo Testamento sabía muy bien los acontecimientos que ocurrieron en los últimos 4,000 años. La vida de toda la humanidad en el mundo dependió de la resolución y la decisión de un hombre, Jesús. Jesús no traicionó como los pastores del mundo anterior, pero siguió la voluntad de Dios al martirio. Era capaz de hacer este tipo de resolución, porque nació de la semilla de Dios y el espíritu de Dios. Él sabía muy bien que si él no había tomado la cruz, no habría ninguna expiación del pecado y la salvación. Además, no sería capaz de reencontrar el mundo que había sido entregado a Satanás después del pecado de Adán (Lc 4:5-6). Las palabras del nuevo pacto que Jesús habló, el Nuevo Testamento, fue respecto a los acontecimientos que él cumplirá en el futuro. Y como se mencionó anteriormente, habló de estos eventos que él cumplirá en parábolas.
La sangre de la cruz y el pacto que Jesús estableció con su sangre (profecía) toma efecto en el momento del cumplimiento del Nuevo Testamento. ¿Quién puede completamente saber esto? Uno puede saber del Libro de Apocalipsis que sin la sangre de Jesús, no hay ningún Reino de Dios, ninguna salvación y ninguna victoria (Rv 12, 7, 5). Esto nos deja saber que el mundo antes de Jesús y el mundo después de Jesús es diferente el uno del otro. La razón por que existe el Reino de Dios y salvación en el momento de Apocalipsis, es que la sangre de Jesús que derramó toma efecto en el tiempo que se cumple Apocalipsis. Con su sangre, Jesús compra el reino y sacerdotes (Ap 5:9-10). Con esa sangre, hay una gran multitud vestida en blanco (Ap 7:9-14) y con esa sangre, nos liberamos del pecado (Ap 1:5-6). Y venciendo con esa sangre, hay el Reino prometido de Dios (Ap 12:10-11). No hay ninguna salvación si uno no sabe de este Reino prometido. La persona que sabe esto ha recibido la mayor y la mejor bendición de toda la humanidad.
Después de 6,000 años Dios captura al dragón y lo arroja al Abismo. Después de 6,000 años, Dios encuentra el reino que había perdido, y empieza a reinar sobre el mundo que él creó. En 6,000 años, la humanidad experimenta “una temporada favorable de sacar lo viejo y traer lo nuevo,” un mundo de paz. Ha llegado el día cuando las montañas y ríos, árboles y hierba y toda la creación bailan de alegría. Es el mejor Camino desde el principio del tiempo. La muerte se pone a un fin y empieza la vida por primera vez; es el destino del nuevo cielo. ¡Amén!
Referencia: http://cafe.daum.net/scjschool/E3qZ/590
댓글 없음:
댓글 쓰기