Dios y el corazón del pastor

Dios y el corazón del pastor

Texto de referencia : Rom 8:19-28


En los días de Noé, Dios juzgó al mundo de Adán y durante los días de Lot, juzgó a Sodoma y Gomorra. Jesús dijo que los días de la segunda venida sería como los días de Noé y Lot (Lc 17:26-30). En ese entonces, juzgó a un lugar con agua (Gn 7) y a otro con fuego (Gn 19). La razón por la que se juzgó a estos mundos fue porque se esparció el mal, tanto que Dios tenía miedo que por ello los la poca semilla que quedaba de los justos se corrompiera también.
Hoy en día, después de sellar a los 144,000 (sacerdotes) de las 12 tribus, tal como está prometido y después de que salga la multitud vestida de blanco de las naciones, ¿no se multiplicaría la maldad de los malos que no salgan?
Sin embargo, como se ha atrapado al dragón (Satanás) y lo ha encerrado, el poder de los malos desaparecerá. Como está escrito, en 1000 años después de soltar al dragón otra vez, y éste engañará a Gog y Magog que están afuera de la ciudad y habrá guerra. En ese entonces, se terminará la existencia de los malos con el juicio del fuego del cielo, y los muertos (carne) serán juzgados (Ap capítulo 20).

Hoy en día, los malos cometen maldades porque como está escrito en Jn 16:1-4, consideran lo malo como bueno (referencia: Is 5:20-29). El malo tiene la apariencia del pastor de la iglesia. Pero si dentro de él está el espíritu maligno, ¿tendrá el bien dentro de él?
Aunque por el pensamiento del hombre uno diga que se quiere terminar con todos como el tiempo de Noé, excepto por un número específico de personas, la palabra de Dios se cumple como se es prometida. Y es por ello que no hay otro camino que seguir esta palabra.

¡Sería una gran alegría si todos ellos (malos) regresaran a la palabra aunque sea una vez!
Este es el pensamiento del que conoce el tiempo y la realidad del día de hoy.


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