Referencia Principal: Mt 13 (Is 52:7, Lc 2:14, 19:38-44)
¿Qué es lo que cada uno de estas cosas se refiere: fin de las Iglesias, fin del siglo, cosecha y paz?
Dios prometió la paz en el Antiguo Testamento, y en la Primera Venida Dios vino a Jesús e hizo saber el trabajo de la paz (Is 52:7, Lc 2:14, 19:42), pero los pastores de Israel físico no lo aceptaron y en vez, persiguieron mas a Jesús. Como respuesta, Jesús les dijo que ni una piedra de su casa, la iglesia, quedaría sobre otra piedra; toda piedra seria derribada y el pueblo sería puesto cautivo y destruído (en la Segunda Venida). Esta realidad está escrita en detalle en Mateo 24, Apocalipsis 13 y Apocalipsis 18.
En este tiempo, aquellos nacidos de la semilla de Dios serán cosechados y sellados, y Dios hizo saber en Apocalipsis 19 qu Él reinará. Este tiempo será como los días de Noé (Mt 24:37-39, Lc 17:26-30). Cuando el pueblo escogido del mundo de Adán se volvió extremadamente corrupto, Dios escogió a Noé y destruyó al mundo de Adán (Gn 7). De igual manera, en el tiempo de la Segunda Venida de Jesús, el Israel espiritual toma el vino de la serpiente, el vino del furor de fornicación, el cual también es la fruta del conocimiento del bien y del mal, y se vuelve extremadamente corrupto. Está escrito en Apocalipsis 13, 17 y 18 que todas las naciones han caído y se han casado con Satanás. Todas las naciones se vuelven ricos a través de vender el vino del furor de fornicación, el cual es el veneno de la serpiente. Por lo cual, la profecía en Lucas 19 que habla del castigo para aquellos que no aceptan el trabajo de la paz se cumple hoy en día.
Jesus prometió que completaría el mundo de la paz mencionado en la profecía de Isaías 52:7 en la Segunda Venida, ya que no se cumplió en la Primera Venida. Cuando Jesús regrese, primero juzgará al mundo anterior, cosechará el trigo del campo donde había sembrado la semilla desde la Primera Venida y hará que Dios reine sobre la nación que es creada (Ap 6, 7, 14, Ap 19:6). ¿Quién puede pararse en contra de este trabajo?
Como nuestro Senor lo prometió, el encontró y levantó a un mensajero de la paz para que hable por parte de el a las iglesias (Ap 22:16). El Consejo Cristiano de Corea declaró nuevamente la guerra, pero el mensajero del Señor, quien habla en nombre de Jesús, está haciendo la voluntad del Señor al proclamar la paz alrededor de todo el mundo. Este trabajo es el trabajo de la paz del cual Jesús habló en Jerusalén (Lc 19:38-44).
Hoy en día, las iglesias se encuentran en su fin porque se han vuelto corruptas como aquellas personas en los días de Noé. Por lo cual, el buscar la semilla de Dios y sellarlos es lo mismo que buscar a las personas del cielo de Dios y sellarlos.
Como es visto en la Biblia, los creyentes llevan una vida de fe para ir al cielo y recibir la vida eterna. El propósito de llevar a cabo la vida de fe es para ir a Dios, pero está escrito que ni una persona, muerta o viva, ha ido al cielo o a Dios. De hecho, está escrito que Dios traerá con Él a aquellos que han muerto en el Señor (1Tes 4:14). Ahora, para aquellos que están vivos y han nacido de la semilla de Dios, Dios los cosechará y traerá hacia Él. Sea que uno este muerto o vivo, uno no viene por su propia voluntad, pero es traído por el Señor.
Los aseguramientos de los falsos pastores tales como, “Usted irá al cielo, yo he ido al cielo”, son sus propias palabras. Estas son las mentiras y palabras engañadoras del diablo. La Escritura no puede ser quebrada (Jn 10:35).
¿Dónde está Dios y el cielo? ¿A dónde van los que estan muertos y los que están vivos? Ellos van al lugar que se cumplió de acuerdo a Apocalipsis 3:12.
La Segunda Venida de Jesús, que está prometido en el Nuevo Testamento, ocurre después que el mundo del primer cielo traiciona y es destruído, de igual manera como el mundo de Adán terminó en los días de Noé y como el mundo de Israel físico termino en los días de la primera venida de Jesús. Los pastores están engañando a sus miembros de congregación haciéndoles pensar que el tiempo del fin viene sobre las personas del mundo secular. sin embargo, la Biblia menciona que el tiempo del fin es en respecto al fin de las iglesias.
El mundo de Adán no creyó en la Palabra de Dios, pero en las palabras de la serpiente. Como resultado de su traición, el mundo que Dios creó se volvió en el mundo de la serpiente, y el diablo ha gobernado sobre este mundo por los últimos 6,000 años. Sin embargo, el tiempo de Apocalipsis, el tiempo de la segunda venida de Jesus, ha venido hoy en día. Satanás es capturado, sellado y tirado en el abismo (Ap 20:1-3), y desde este punto, el mundo donde Dios, el Creador, reina finalmente llega.
Hoy en día, aquellos que no vienen a Shincheonji, el mundo de la paz, continuarán viviendo en sufrimiento y encontrarán su fin sin experimentar la dulzura de la paz. Como Adán, ellos han creído en las palabras de sus pastores falsos y como resultado, seguirán a sus falsos pastores al abismo. Ese lugar es el infierno.
Aquellos que creen en las palabras de promesa de Dios vendrán al cielo, la nueva nación prometida de Shincheonji. Si el espíritu santo está con el pastor y los miembros de congregación, ya hubieran dominado las cosas profundas del cielo (1Cor 2:10). Aquellos quienes no saben estas cosas deben darse cuenta que se volvieron solamente carne porque el espíritu santo los dejo. Por lo cual, deben arrepentirse por sí mismos y buscar al espíritu santo nuevamente.
¿Qué es lo que saben las personas sin el espíritu santo? Aparte de jurar, maldecir y perseguir, ¿qué más saben hacer? ¿Por qué no pueden ver por sí mismos? Mire su reflección en la Biblia. Entonces, podrá ver.
Si no ha renacido con la semilla de Dios, si no ha sido cosechado y sellado, si ha añadido y quitado del libro de Apocalipsis, si no es parte de la nación prometida de las 12 tribus y si su nombre no está escrito en el libro de la Biblia, ¿entonces como posiblemente podrá ir al cielo?
Para recibir la salvación, uno debe pasarse de la destrucción de las iglesias (la muerte) y del vino de fornicación (fruto del conocimiento del bien y del mal) a la vida, el cual es el árbol de la vida. Este es el lugar donde la resurrección de la vida toma lugar. ¡Amén!
Referencia: http://cafe.daum.net/scjschool/E3qZ/621
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