2015년 5월 1일 금요일

El Patrón del Mundo de la Fe y la Complacencia

 El Patrón del Mundo de la Fe y la Complacencia



Referencia Principal: Heb 3 (Jn 16:8-15, Lc 13:23-30, Ap 2:1-5)

   Este artículo es dado por el Defensor (Jn 14:26) a los miembros de la congregación para que puedan guardar los mandamientos de Jesús.
   Echemos un vistazo a los 6,000 años en la Biblia en el patrón de la fe y la complacencia entre los creyentes en el mundo de Dios a medida que se convierten corruptos sin darse cuenta.

   Independientemente de la época, cualquier persona, aunque puede carecer de conocimiento, fervientemente realiza su caminar en fe al principio y es agradecido. Sin embargo, mientras continúa llevando a cabo su fe, su fe se enfría y acciones de orgullo aparecen. Para los animales y los seres humanos por igual, su madre es su mundo entero cuando es pequeño. Si ella no se encuentra por ninguna parte, el llora y busca tras ella. Cuando el crece, sin embargo, deja de beber leche y empieza distanciándose de su madre. Asimismo, en el mundo de creyentes, su fe se enfría y acciones de orgullo comienzan a aparecer con el tiempo. Es por eso que Jesús dijo que si ustedes no cambian y sean semejantes a niños, nunca entrarán en el reino de los cielos, y que el cielo pertenece a estos niños.

   En los días de Adán y Eva, la serpiente, un querubín que quiso ser Dios, también estuvo agradecido y llevo a cabo su deber en el momento de su creación. Pero pronto confío en sus propias habilidades y anarquía emergió. Al final, el empezó a afirmar que era Dios por su orgullo (Eze 28). De la misma manera, cuando la gente cree por primera vez, son fervientes y agradecidos. Aman la Palabra, están agradecidos por ella, y son fieles y leales. Sin embargo, incluso antes de que se dan cuenta, su fe empieza a enfriarse y disminuye su fervor por la Palabra. Su fervor de oración y de reunirse también se enfría. A pesar de todos estos cambios, todavía creen que su fe es la mejor.

[Heb 3:6-4:1]
6 pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza. 7 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyeréis hoy su voz, 8 No endurezcaís vuestros corazones, Como en la provocacion, en el día de la tentación en el desierto, 9 Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años. 10 A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, Y dije: Siempre andan vagando en su corazón, Y no han conocido mis caminos. 11 Por tanto, juré en mi ira: No entrarán en mi reposo. 12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; 13 antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado. 14 Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio, 15 entre tanto que se dice: Si oyeréis hoy su voz, No endurezcaís vuestros corazones, como en la provocación. 16 ¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés? 17 ¿Y con quienes estuvo el disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? 18 ¿Y a quiénes juro que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron? 19 Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad. 1 Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado.

   Nosotros, los que ahora están en Shincheonji, necesitamos tomar estas Palabras de vida como un espejo para reflexionar sobre nosotros mismos. No es que las personas son demasiado joven o demasiado inmaduras para darse cuenta de ello. Mas bien, se trata de que las personas empiezan ser seguros de sí mismos y ser orgullosos. A pesar de que es evidente que sus acciones son orgullosas, empiezan a centrarse en las deficiencias o errores de otros en su lugar, y lo usan como un arma contra el otro. Sin duda, esta es la estrategia del diablo. Si, el que hace este tipo de cosas puede tener sus razones personales para hacerlo, pero al final, lo que hizo lo hizo en alguien que es un daño para muchos otros y en última instancia, para Dios. Yendo del bien al mal, el puede ridiculizar a otros y ser terco, pero el único fin probable de tal camino, no es otra cosa que perjudicar a los demás y su propia destrucción. Por lo tanto, todos los creyentes deben revisar su corazón y la dirección que estan tomando- tanto si están satisfechos o arrogantes.

   La serpiente se apoderó de Eva y eventualmente de Adán al final. Uno debe ver su reflejo en la Biblia y ver si uno está actuando como la serpiente, si uno está haciendo el trabajo del engaño, o si uno esta apoderándose de los demás. No tener la fe ferviente que solía ser, celo por Dios enfriándose, tomando el trabajo de Dios a la ligera, querer sentarse en un lugar de honor sin ser dispuesto a tomar el lugar más bajo, siendo rebelde en lugar de ser obediente, desanimando a otros, haciéndose ser más, distanciándose de rectitud y lealtad, sólo querer ser respetado y honrado, disfrutando de chismes, considerándose ser el único justo y los demás pecadores — todo esto, que es vacío del amor justo, es la imagen de aquel que está parado en el camino equivocado. Más que nada, “Yo” tengo que ser reconocido por Dios, “Yo” debo humillarme y servir a los demás, “Yo” tengo que orar sin cesar, “Yo” tengo que amar a Dios, “Yo” tengo que valorar a mis hermanos y hermanas, amarlos y protegerlos. Por lo tanto, sigo orando — y otra vez, oro — para que este tipo de corazón este en todos los miembros de la congregación de Shincheonji.

   En Mateo 5, 6 y 7, Jesús habló de muchas cosas debido a la preocupación por la fe de los creyentes.
   El dijo que no juzguemos, o nosotros también seremos juzgados, que saquemos primero la viga de nuestros propios ojos, antes de sacar la paja en los demás. El también dijo que amemos a nuestros enemigos. ¿Nosotros amamos, o nosotros odiamos? ¿Nosotros bendecimos a otros? ¿O nosotros maldecimos a otros?
   “Yo te mataré y destruiré, si no escuchas a mi voluntad.” ¿Es ese corazón de Dios o del diablo? ¿No es el corazón que desea ser exaltado más alto desde un lugar de honor un corazón que reta las palabras de Jesús quien nos dijo que nos humillemos y seamos mas humildes?

   Si una vez nos gusto evangelizar, pero ahora nos gusta maldecir más en su lugar y a perjudicar más que ayudar, debemos pensar sobre que clase de corazón tenemos. Debemos considerar al menos una vez que incluso un simple error puede llevarnos profundamente en el lago ardiente eterno de azufre. Entonces podemos decir que somos un ser humano con consciencia y alguien que cree en el Senor. Nosotros no podemos llevar a cabo acciones que matan a otros para el beneficio de nuestras propias vidas.

   Las palabras de la Biblia deben ser el estándar de nuestra fe y la fe de Jesús y los mártires y los profetas debe ser el estándar de nuestra fe también. Los que tienen el corazón del diablo odiarán y resienten estas palabras, pero por el bien de nuestra esperanza, tenemos que establecer el estándar de nuestra fe y creencia recta.
   Tenemos que ser nuevas creaciones que han nacido de nuevo. Tenemos que ser hijos de Dios. Seamos aquellos que aman, perdonan y bendicen uno al otro. Recuerden siempre a Jesús quien murió en el lugar de los pecadores. Siempre estén con él, siempre.


Referencia: http://cafe.daum.net/scjschool/E3qZ/653


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